jueves, 5 de junio de 2014

Fallece el pintor muralista de Quintana Roo, don Elio Carmichael


Fuente: Noticaribe
CHETUMAL, MX.- A los 79 años, falleció Vil Jesús Carmichael Jiménez, mejor conocido como Elio Carmichael, el artista plástico autor de los murales del Congreso de Quintana Roo, en Chetumal, y del escudo del estado, así como de esculturas y otras obras realizadas en otros municipios.
Elio Carmichael, que nació el 13 de abril de 1935 en la ciudad de Chetumal, hijo de los señores Jesús Carmichael Martínez y Valentina Jiménez Carrillo, murió la madrugada de hoy, hacia las 3:30 horas.
Es autor de diversas obras entre las que destaca los murales “Mural Forma, Color e Historia”1 y “Ley”del Congreso del Estado de Quintana Roo que son consideradas patrimonio de la Ciudad de Chetumal. En Bacalar, en el museo de la ciudad, se encuentra el mural llamado “Defensa del Fuerte de San Felipe Bacalar” y es el autor del Escudo de Estado de Quintana Roo que él mismo modificó conforme se crearon nuevos municipios en el estado.
El 18 de febrero de 2014 en Sesión Ordinaria número 3 de la XIV Legislatura aprobó se entregue cada tres años la medalla “Elio Carmichael” al Mérito Cultural y Artístico para reconocer a aquellas personas físicas o morales que se distingan por sus acciones en el ámbito de la cultura y las artes. La cual sera entregada por el Congreso del Estado de Quintana Roo.

Cartón de Paco Calderón

¿Qué festeja México en el Día Mundial del Medio Ambiente?



El 5 de junio es conocido internacionalmente como el Día del Medio Ambiente, cada año, la ONU asigna un lema para concientizar a la gente de la importancia de proteger nuestros recursos naturales, para este 2014 la frase es: Alza la voz, no el nivel del mar, haciendo referencia a los impactos del cambio climático.
Para hacer "honor" a este lema, desde México alzamos la voz para decir que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha institucionalizado el deterioro ambiental al permitir que los ecosistemas y su riqueza natural sean usados como moneda de cambio para privilegiar el interés económico de unos cuantos frente al derecho a un medio ambiente sano para todos. 

Con las llamadas reformas estructurales y los planes de desarrollo de la administración federal, la protección del medio ambiente ha quedado solo en “buenas intenciones” que están lejos de convertirse en hechos concretos para lograr la sustentabilidad que tanto se presume en los discursos oficiales. 

En dos años del actual gobierno, se han acumulado una larga lista de ejemplos que demuestran cómo, a costa de un supuesto desarrollo económico de corto plazo, se está minimizado el impacto ambiental en el impulso de desarrollos industriales, turísticos y urbanos, donde no se contemplan los efectos sociales y financieros de la transformación del ecosistema.

Por mencionar algunos tenemos: la aprobación de la reforma energética privilegia la mayor explotación de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) que aumenta la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principales causantes del calentamiento global que aceleran el cambio climático; en vez de impulsar la inversión en energías renovables que permitan frenar el aumento de estos gases.

Asimismo en la Reforma Energética se promueve la explotación de gas shale, cuya obtención es por medio de la técnica de fracking, que implica el desperdicio y contaminación de miles de litros de agua en estados donde se ven afectados por sequías prolongadas, como Chihuahua, Coahuila y Nuevo León. 

Para Greenpeace es un absurdo que México impulse el fracking cuando se enfrenta ya una grave crisis hídrica por la falta de disponibilidad y calidad de este vital líquido. De acuerdo con la Conagua, el 70 por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación en gran medida por el manejo corporativista del agua y la laxitud de leyes para los responsables. 

Por otra parte, el gobierno mexicano está lejos de lograr la protección de ecosistemas que brindan grandes servicios ambientales a las comunidades. Tal es el caso de Cabo Pulmo en Baja California Sur, donde se pretendía construir un megaproyecto de turismo depredador: Cabo Dorado, que fue cancelado, por ahora, gracias a la participación ciudadana. 

Un escenario similar se presenta ahora en Holbox, Quintana Roo, donde se pretende construir el complejo La Ensenada, a costa de sacrificar una de las zonas mejor conservadas de la reserva  Yum-Balam, que alberga una gran diversidad de flora y fauna como son aves -residentes y migratorias-, mamíferos, anfibios y reptiles; algunas de ellas en peligro de extinción, o bien simplemente cambiar categorías de protección como en el caso del Nevado de Toluca, que dejó de ser un Parque Nacional para ser una Zona de Protección de Flora y Fauna, que permite, entre otras actividades, tanto de conservación como de aprovechamiento comercial. 

Tampoco se han tomado medidas contundentes para evitar la deforestación en el país y promover el uso sustentable de los bosques. Cada año México pierde casi medio millón de hectáreas según un estudio publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en el Capital Natural de México y hasta la fecha es inexistente un Plan Nacional Forestal y se mantiene el riesgo de la contaminación de maíz por semillas transgénicas que el gobierno no ha decidido prohibir definitivamente. 

Frente a este panorama, Greenpeace refrenda su labor como actor de cambio, proponiendo soluciones para preservar el medio ambiente, con el apoyo de miles de personas unidas por la búsqueda y construcción de un mundo más verde y justo. ¡Te estamos esperando!

BIENVENIDOS DE NUEVO


Con esta imagen me dispongo a reanudar la actividad en este blog tan descuidado durante estos meses. Agradezco de antemano a los se toman su tiempo para revisar el contenido de este espacio sin muchas pretensiones.