Los resultados de los comicios en Yucatán fueron sorpresivos, no tanto por la victoria priista, sino por el holgado rango con el que se impuso Ivonne Ortega. Bien valdría la pena averiguar qué sucedió en la península para entender los porqués de este vuelco de fortuna electoral.
El primer elemento que viene a la mente es que el PRI se recupera del fracaso estrepitoso del año pasado. Y no faltará quien diga, estirando las cosas, que se prefigura un nuevo mapa electoral en el país. La verdad es que el tricolor nunca ha dejado de ser un partido muy competitivo en las elecciones locales, a lo largo y ancho del país, con la sola excepción del Distrito Federal. Hace rato que los políticos debieron haber comprendido que el votante mexicano es sofisticado: divide su voto; lo define elección tras elección.
Leer el artículo completo en La Crónica de Hoy.
El primer elemento que viene a la mente es que el PRI se recupera del fracaso estrepitoso del año pasado. Y no faltará quien diga, estirando las cosas, que se prefigura un nuevo mapa electoral en el país. La verdad es que el tricolor nunca ha dejado de ser un partido muy competitivo en las elecciones locales, a lo largo y ancho del país, con la sola excepción del Distrito Federal. Hace rato que los políticos debieron haber comprendido que el votante mexicano es sofisticado: divide su voto; lo define elección tras elección.
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