lunes, 9 de abril de 2007

LA PASCUA ES MOTIVO DE ESPERANZA

La Resurrección de Jesús es el motivo de esperanza en un mundo afligido por tragedias humanitarias, con frecuencia causadas por la violencia humana, constató Benedicto XVI en su mensaje de Pascua.

Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa felicitó por la Pascua a todos los pueblos en 62 idiomas e impartió su bendición «urbi et orbi».
«A través de las llagas de Cristo resucitado podemos ver con ojos de esperanza estos males que afligen a la humanidad», dijo haciendo referencia a dramas como los que se viven en Sudán, Irak, el Líbano o Tierra Santa. «¡Cuántas heridas, cuánto dolor en el mundo!», exclamó ante los numerosos peregrinos que llenaban la plaza de San Pedro del Vaticano en un estupendo mediodía de primavera.

Se refirió ante todo a las catástrofes naturales, como las que se han abatido recientemente sobre Madagascar, las Islas Salomón, y América Latina.
El pensamiento del Papa se detuvo en el flagelo del hambre, en las enfermedades incurables, así como en las tragedias provocadas por la mano del hombre: «en el terrorismo y en los secuestros de personas, en los mil rostros de la violencia - a veces justificada en nombre de la religión -, en el desprecio de la vida y en la violación de los derechos humanos, en la explotación de la persona».

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