lunes, 20 de agosto de 2007

EN EL OJO DEL HURACÁN

Ni modo. Es la expresión mexicana que mejor define la situación en esta isla del Caribe llamada Cozumel, que significa la aceptación de lo inevitable y lo irremediable. El cozumelense (?) tiene algo de oriental y algo de iguana. Se altera por pocas cosas. Pasó el Wilma y se enorgullece de otra docena de huracanes que apenas han dejado víctimas en la isla. De hecho, las emisoras de radio recuerdan para enardecer a la población que las estadísticas hablan de un ínfimo número de muertos. La mayor parte cobrados por el ojo del ciclón entre el bandidaje, gentes que aprovechan el desarme de la población para hacer acopio de lo ajeno entre las ruinas, durante esa calma chicha pasajera que en realidad nadie sabe lo que va a durar.

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